martes, 28 de octubre de 2008

un minuto

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foto por luciérnaga

Dos aceras de una misma avenida. Los rayos del sol parecen convertir el asfalto en caldero, mientras decenas de autos separan por 1 minuto –tiempo que dura la luz roja de un semáforo- las vidas y muertes de dos personajes desconocidos.

Ella y él miran al frente en busca de su meta: el otro lado. Y durante la travesía entre buses y autos de colores, torpemente sus ojos se encuentran, se reconocen y luego con temor se rechazan. Él observa al auto deportivo que cruza a toda prisa. Ella al mecánico hombrecito de rojo que le indica esperar todavía.

Los segundos pasan y la impaciencia de ambos es evidente cuando al unísono giran al semáforo vecino que sigue en verde. Vuelven a encontrarse, pero esta vez mantienen sus miradas por tres segundos, tiempo suficiente para que ella, descubra los bellos ojos verdes que el hombre oculta bajo sus lentes y para que él, encuentre simplemente encantadora la sonrisa de la muchacha de mameluco y mochila, que reacciona riendo ante el piropo de un peatón.

El calor no solo eleva la temperatura, las miradas les chispean con ardor. Al instante, cientos de hormonas abandonan multicolores los cuerpos impávidos ante una luz y se lanzan eróticamente a los vehículos detenidos. Choferes, copilotos y pasajeros abandonan sus lugares y comienzan a amarse con total desenfreno. El tiempo detenido permite un disfrute de horas en solo segundos.

La luz cambia a verde y todo vuelve a la normalidad. Un rostro de satisfacción se evidencia en el tráfico y al iniciar su intercambio de mundos, la rapidez de los pasos de él y ella hace que sus hombros se acaricien sin querer. Continúan caminando sin voltear y conquistan la acera que antes perteneció al otro. Las nubes refrescan sus almas con un poco de sombra y solo esperan a que un nuevo semáforo encuentre a dos personas y para que sea posible escribir un minuto de amor sobre las furiosas y transitadas avenidas.

martes, 21 de octubre de 2008

aErOpUeRtOs

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foto jocha de: David Guzmán

Para la nena linda...
La compañera de lucha,
que desde nueva trinchera,
nos enseña que no existen fronteras...
Para el resto de la familia,
abrazada en distintos
sueños del mismo pupo.


Todavía nos une el llanto,
Nos homogeniza el dolor,
Nos parte el alma
Por igual la separación.
Terminales palpitantes,
Catacumbas de adioses
Altares de bienvenidas.
Al nacer lágrimas,
Al partir lágrimas,
Al morir mares salados…

Counters sombríos,
Maletas con testamentos,
Trenes de aterrizaje chillones,
Mallas de migrantes expectantes,
Volar solo para entrar en conciencia
De que en el retorno está
El definitivo adiós.

martes, 14 de octubre de 2008

salsa

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Foto por: luciérnaga

Se encienden las estrellas,
Se apagan los motores,
La Mariscal se embulle glotona de
Miradas, pasos, encontrones.
El tiempo kaotiza,
En sube y baja emocionales,
La piel se erotiza, los poros incitan…

La cómplice música con sus bongoes,
Sus negros y su clave,
Congrega una secta de reivindicación de la
Bohe-mía y la comunión del cuerpo…
Donde Changó, Ochún y Oricha
Llenan de colores de fuego,
Sol y nieve los latidos del corazón.

Caderas-dientes se muerden unas a otras,
Comen, mastican y degluten.
Pies-hormigas encuentran camino a seguir,
Sin hablar, unos tras otros.
Manos elásticas contorsionan,
Cual equilibristas
Sobre soga invisible.

Una sopa primigenia
De sudores, olores y sabores
Unos amores peregrinos,
De ocasión, de invención…
Unos solitarios de siempre,
Unos locos de nunca…
¿Acabar?

Mientras las estrellas chismean,
La Virgen de Legarda calla sus ganas,
En su frigidez de piedra y frío de páramo.
Y el Pichincha, viejo y pícaro sabio,
Recuerda a la nívea Cayambe,
A la Mama Cotacachi,
Y las anhela vehementemente.

Y abajo se funden las pieles
En un amor puramente carnal.
Y vuelven los andróginos
A dominar y ser dioses
De rabos de luna plateada,
Libres de castigos, moralismos
Por agotadoras horas.

Con el último latido del timbal,
También agoniza el deseo…
El clímax la ciudad,
Parte las pieles,
Rompe el conjuro…


¡Hasta la vuelta Señor!

lunes, 6 de octubre de 2008

.. mar ...

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Foto jocha de: Omar Arregui

“Volver a enfrentarte con tus huellas y
sentirlas completamente indiferentes y ajenas”


Aves prehistóricas sobrevuelan sobre el celeste espejo salino,
Aviones de ataque contra soldados de aletas y escamas,
Clavados en picada, como flechas…
Como suicidio colectivo en busca del pan para sus críos…
Y al fondo… Volcanes que emergen del agua y rompen su línea horizontal.

Palmeras diosas que mecen sus cabellos verdes y esconden
en su sexo el néctar de la vida en redondas cabezas de piedra.
Diminutos seres que bajo tu manto generan vidas,
ciudades de ultramar o arena…

Sal que guarda historias momentáneas, camino de huellas indescifrables,
Deseos turbios, desvelos con dedicatoria y atardeceres sin compañía…
Mar límpido, azul turquesa que se transforma en blanca nieve
y choca con las negras rocas fosilizadas que parecen anhelar
una caricia o se mimetizan con la gris arena y desaparecen
en un beso instantáneo…

Mar de pescadores con pies de caucho,
con olor a azufre y manos de mago…
Mar de pieles de colores, mar sin racismos,
sin objeciones, prejuicios ni supersticiones
Mar que abres tus piernas y ofreces el paraíso

pero solo a pocos guardas, sumerges, ahogas en tu muerte de privilegio.