Respiran las calles
De la ciudad-ombligo,
Las carencias cotidianas,
La indigencia rechazada,
Su inequidad mojigata.
Exclusión que torna en
Decepción, en urgencia
De llenar la realidad de
Sentido, en hambruna
De volver a gozar las
Pequeñas cosas.
De comerse el mundo…
¿Y a qué sabe?
A helado de uvilla casera
Con lágrimas de mar,
A calor de colchón,
Memorias de álbum familiar,
A luna negra rasguñada por la brisa,
A soledad otoñal,
A vísceras enamoradas,
A jaula de hadas.
A flor amarilla
En manitos sucias,
A smog de rutina,
Filosofías de viejo
Perdido en alcohol.
¡Viva la inentendible realidad!
¡Muera la cauta racionalidad!
Muero de ganas de…
Mejor vivo de ganas
De comerte en este mundo.
1 comentario:
Sale la noche de sus rincones solitarios, ante mis ojos se repite la historia, rondando las calles, con la mirada fija a la vida, descubro dos costados, dos lados, dos caras, espíritus marginados que se refugian en arcaicos cartones, y costosas risas hipócritas que seducen a sonrisas consumidas, ¿será esta la verdadera esencia de las sociedades urbanas?...me sobrecoge el silencio y en la naturaleza íntima, que rodea la existencia, mi respuesta continúa inconclusa, pendiente e irresuelta.
eso mi querida Gio, son Hambrunas Morales....Felicitaciones por el Blog....!!!!!
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