martes, 20 de enero de 2009

ausencia

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foto por:luciérnaga

El olor de su breve paso todavía está impregnado en las cortinas de la habitación, pulula en las baldosas húmedas del baño y duerme en las almohadas de la cama… Tiene cabellos besados por un sol atardecido, ojos que refrescan como una menta glacial y un sabor que va más allá del chocolate con queso en su punto…

¿Su nombre? Algunos le llaman nostalgia, otros soledad… Casi todos coinciden en gritarle AUSENCIA, cuando osa marcharse como siempre, como nunca estuvo en realidad.

Odiada y amada a la vez, por eso siempre vive en los rincones más fútiles de la casa y del alma donde se quiebran los recuerdos como la voz que no puede nombrarlos. Sabe a yogurt con granola recién preparada, a complicidad compartida a la madrugada, a ‘bonitisimas’ de la Mariscal, a helado de máquina en el Centro de Quito…

Baila un son cubano metiendo pierna, toca tu corazón como un tambor y te convierte en canción, abraza tu fragilidad sin penas ni condenas, se come una pizza verde donde Tania, se conmueve y llora silenciosa ante la pantalla de un teatro.

Y es tan descarada que se vuelve parte de tu cotidianidad, de tus desvelos, de tu sangre, le consideras familia… Es tu compañera, tu prima, tu comadre, tu yunta… Le dices hermana.

Pero volátil como las mareas, se aleja con ellas justo en el momento en que ya la crees ganada. Cuando te posesionaste de la necesidad de ella, arranca en vuelo como estrella fugaz y no deja ni un rastro de su luz.

Hoy abrazo mi almohada y creo oírla respirar con dificultad en la noche, entenderla al solo leer sus ojos expresivos y contagiarme con su dulzura… Porque a pesar del dolor desgarrador de su partida, así es la AUSENCIA, un ser tan sensible, tierno y empalagoso que para guardar las apariencias y sobrevivir en una economía de mercado, asume la eterna huida, la cruel despedida, el caos continuo, para mantenerse en la memoria de sus deudos y así hacer llevadera su insoportable inmortalidad.

1 comentario:

Mary J. Varher dijo...

ke lindo, ahora ke he terminado kon mi amor, volveré a los brazos silenciosos de la nostalgia ante la ausencia de él...