martes, 5 de octubre de 2010

quito a color

foto jocha de: David Guzmán Figueroa


Esta es una foto de de otros tiempos, 
pero que me permite expresar de alguna 
forma el sin sentido vivido hace pocos días...


Quito Azul,
a través de paredes blancas,
de comunales camas,
de cabezas rapadas,
de cielos rasgados
con pinceles de nubes.

Quito Amarillo,
con ventanales bañados de sol,
con calores y vahos de rocío,
con hojas coquetas al viento
y lagañas de sueros, vías,
ternuras de termómetro.

Quito Gris,
en la anarquía insensata
de rebeliones disfrazadas
de prebendas,
de cielos tristes, melancólicos
con la ‘carita de dios’ agrietada.

Quito Rojo,
de faenas entre humanos,
de latidos exaltados,
de pirotecnia perjura,
en medio de dos hospitales
abarrotados de soledades.

Quito Negro,
sin ruidos ciudadanos,
sin matices, sin texturas.
Con urgencias fantasmales,
ronquidos, toses y noctámbulos
y sólo 2 estrellas en lo alto.

Quito Blanco,
sin explicaciones,
sin entendimientos,
sin diálogo o manifiestos,
sin culpables pero con víctimas,
desmayado en su vergüenza.

Mirar la salud
a través de los cristales,
vivir la enfermedad
en las salas de los hospitales
¿Cómo se logra el
anhelado salto dialéctico?

Escuchar el caos,
desde el delirio convaleciente,
ser parte de la historia,
desde el conteo de ambulancias.
¿Cómo se vuelve al
sentido lo inasible?

viernes, 17 de septiembre de 2010

cantautor del siglo XXI




"Si alguien que me escucha se viera retratado,
sépase que se hace con ese destino....
Buenas noches, amigos y enemigos". S.R.










Quedaron atrás los años
de guitarras desgarradas
las vestiduras.
Fueron ya las filas organizadas
de militantes fans
lastimeros y protestantes.
… la dictadura, la guerra, el dolor...
-aún presentes-
se visten hoy de democracias
anti-terrorismo, telenovelas.

Al trovador, hoy,
le toca cambiar la estrategia,
la pose y la envoltura.
Hoy el cantautor,
se vuelve globalizado.
Habla de los noticieros rosa,
del chisme del mercado,
de la farra de anteanoche,
de la muerte en la esquina.
Sólo el amor quedó intacto
de este cruce trasatlántico,
pues con I Pod, Facebook
e inspectores privados,
todavía se muere,
vive y sufre por amor.

Los gobiernos podrían
dejarse de miedos,
las autoridades
de precauciones,
los ministerios
de apoyos invisibles
y delimitados.
La canción hoy
no tumba gobiernos,
dice aún verdades,
pero se ha volcado
a temas menos oficiales.

El cantautor del siglo XXI
es más un ser humano cualquiera,
que un militante, terrosista
o relajoso revolucionario.
El cantautor del siglo XXI
hoy habla de ti, de mí,
de nosotros y de ellos.
Al pie de la cama,
durante el desayuno,
mirando llover en la calle.

Públicos liberales,
de derecha,
o enemigos acérrimos
de tintes rojos o
siquiera zurdos,
También podrían
ver al pobre trovador,
enfrentarlo y encontrarse
sin miedo a contaminarse.

El cantautor del siglo XXI
ríe en el escenario, hace bromas,
usa efectos especiales:
burbujas, luces,
sonidos espaciales.
Usa estrategias del marketing,
Para vender su canto honesto,
Usa la interactividad de la web,
para crear una tonada en red social.

Con la piratería
de socio estratégico,
se pinta una sondrisa,
pero aún difunde los imposibles,
transgrede y denuncia.
Anhela cabellos azabache,
ojos de mar, espaldas,
sexo impúdico, carnal,
supraterreno.
Para que veas que
-sencillamente-
este canto a mí mismo,
al decir yo soy, dice
vos también eres.

…Whitman, trovador 2.0…

jueves, 19 de agosto de 2010

amor de papa en flor


















foto por luciérnaga

En las grises mañanas de rocío,
donde el páramo riega todo de frío,
mi luz temblorosa intenta acercarse
y tú pájaro tímido no te abres,
mientras la papa en la tierra cae.

Entibio tus alas de un suspiro,
te mecen los aguacates cual niño,
entre calores intento besarte,
pero huyes al río a refrescarte
y te alejas de mí, eres testarudo.

Fueron tus ojos o ese andar inquieto,
tu aguda voz me enamoró.
Hilos laboriosos tejen surcos,
verdes hojas crean follaje,
únicos testigos de este amor.

Tú me das candor, me das alas
y tu palpitar es mi tambor.
Yo ilumino tus fuertes alas,
y te guío por montañas de
retorno a tu hogar de panal.

Esperaré a que viejo colibrí
en el sueño eterno te abrigues
y a mi úlitmo rayo de atardecer.
Y por fin en la chacra tú y yo
nos miremos y viva por siempre
este amor de papa en flor.


Fresco volador entre las flores,
mis halos las reducen a hondos olores,
bebes su néctar, calmas tu hambre
pero, ¿quién calma mi ansias?
¿tus sinsabores?

Vuelve el mañana, una vez más,
cada vez más precioso, menos mío.
Te he dado rosas, nubes y arco iris
y tú ni siquiera un solo cantar
antes de que la luna me absorba
bajo la fecunda Pacha.

Han pasado mil años, me vuelvo débil,
también has cambiado, tu aleteo es frágil.
Seguimos junto a la chacra 
jugando a engañarnos
pero nada es eterno corazón.

Esperaré a que viejo colibrí...