domingo, 21 de marzo de 2010

de un parpadeo













foto por luciérnaga

De un parpadeo
llegó el invasor
a cambiar la vida,
a revolver las entrañas,
a contaminar el ser.

Y a pesar del sutil
hilo en el que hoy
navegan sus lunas;
su silencio mar,
su desnudez pública,
su nariz roja,
la empujan a
refugiarse nuevamente
en la palabra.

Tal vez ahí,
entre lágrima,
suspiro y risotada,
la cura del perdón
encuentre y el
intruso por fin
de su corazón
se aleje.

4 comentarios:

Oscar y Goya dijo...

ese don que nos abraza sin sentirlo, que es antídoto y medicina pa toda ocasión que lo-cura saberlo vivo en cada célula, que lo-cura saberlo abuelo del perdón, que lo-cura la forma en que lo inspiras y lo haces volar en cada corazón.

Amora vida, amora fuerza, amora fémina, amora sanación, amora..... amora tú!!!

Anónimo dijo...

Aun cuando no queramos, nos puede invadir, el amor, el olvido, la tristeza o la alegría, tenemos que estar muy alerta, aún así, caulquier sentimiento o emoción puede invadir nuestro corazón.
Un abrazo.
Ambar.

Joy dijo...

Hola mi querida Gio, pasaba a saludarte y dejarte un abrazo inmenso. Espero que las cosas contigo estén bien, eres una mujercita muy especial para mí y sé que vas a estar de lo mejor.

Con cariño: Joy.

Lucre dijo...

el invasor
también tiene algo que decir
tal vez
tan solo sea cuestión de escuchar
y luego
abrazar sus palabras
para dejarlo ir