jueves, 29 de julio de 2010

pArTiR

























foto por luciérnaga

El terror del fin inminente,
el egoísmo de alargar el adiós,
la consciencia próxima a la nada,
los apegos a la carne insuficientes.

Siempre es demasiado tarde,
Luego resulta muy cercano.
La paz del fin del sentir,
no justifica el dolor de marcharse.

Es mentira nuestro estar con propósito,
es ilusión 'toda la vida por delante'.
Sólo somos en el actual presente,
solo seremos en el último instante.

¡Cuán feroz nuestra naturaleza!
¡Qué pobre nuestra comprensión!
Por cada paso nos alejamos más,
con cada latido retornamos a la tierra.

Aceptarte,
hada helada,
sería más sencillo,
de lado y lado,
sin vinculaciones,
sin futuros inventados,
que jamás podremos
si quiera imaginar.

1 comentario:

So dijo...

No creo que solo seamos en el último instante. Somos en una carcajada inmensa, somos en un abrazo oportuno, somos en un orgasmo inolvidable, somos en los ojos de quien nos ama.
La consiencia del fin es ya otra cosa, quiza mas afortinada, porque la nada siempre esta proxima, pero vivimos en la ignorancia e incertidumbre de su llegada.
En tal caso amiga, aférrese a los instantes, que nada está dicho aún.
un abrazo.