Las bendiciones
a veces caen
como yunques,
partiendo tus
paradigmas,
alborotando
hasta las hormonas
y derramando
una que otra
lágrima.
Los milagros
brillan invisibles
en el centro del
mismo ser
expandiendo
su pequeña
magia de
respiro en
respiro y
claro, en
cada latido.
El pasado
debe tener su
PARE, su
hasta aquí, su
'estate quieto'
y no regresar
nunca más.
El hoy es la
única esperanza,
de vivir y
de la vida
la única ancla
a la cual atarse
sin razones,
con emociones,
multiformes,
multicolores,
multiestacionales,
¡HOY SOY VIDA!
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